Seguramente a diario escuchas en diferentes ámbitos frases como “tenemos que aplicar Branding a nuestra marca”, o que cierto personajillo mediático está desarrollando una estrategia de “Personal Branding” para mejorar su percepción pública.

Esto ocurre porque cada día nuestro cerebro es bombardeado por miles de marcas que luchan y compiten por lograr un espacio en nuestra memoria. Una Marca es un planeta, una nación habitada por una población que se siente identificada por una serie de valores que representa. Una marca valiosa es aquella que ha establecido su propio código, su personalidad, y que ha decidido ser toda una experiencia para su público objetivo. Como lo hemos mencionado en nuestros posteos anteriores, las grandes marcas no venden un producto, venden una promesa, una forma o estilo de vida, una experiencia memorable o una sensación inolvidable.

Por y para ello, es imprescindible que una marca entienda al nuevo consumidor y sus necesidades. Recuerden que ya no se venden productos, se venden Marcas, pero… ¿cómo construimos una marca?

La respuesta es el Branding, para eso está y para eso existe, para construir Marcas. Ahora cuando hablamos de “Personal Branding” ¿nos referimos a que una persona puede ser su propia marca? Tal cual. Juan Ejemplo puede aplicar Personal Branding en las redes sociales para posicionarse como un individuo con virtudes y capacidades que pueden resultar muy interesantes para los demás y así conseguir muchos seguidores y que sus acciones tengan un impacto en esa base de personas.

Tanto el Branding como el Personal Branding buscan lo mismo: desarrollar un proceso de creación en el que se describen los valores y conceptos de una Marca (o persona) y se asocian a un modo o estilo de vida. Es la forma de destacar un producto (o persona) frente al resto a través de los valores que representan y que le otorgan características especiales.

En definitiva, lo que compra el cliente no es el producto en sí, sino aquello que lo diferencia del resto, compra la Marca, la esencia de la empresa (o de la persona). Porque vender un sentimiento no es igual que vender un producto. Una Marca establece un vínculo emocional con sus clientes volviéndose irremplazable en sus vidas. Las Marcas nacen, crecen y evolucionan, tienen vida, un ciclo de vida que pretende perdurar en el tiempo lo máximo posible y se van adaptando a las necesidades y desafíos que plantean sus propios seguidores.

¿Cómo conseguimos entonces que nuestra Marca perdure durante mucho tiempo?

Sin duda, aplicando Branding todos los días si es posible, en cada acción comunicacional que se haga, porque el Branding construye de manera silenciosa posicionamiento, fidelidad, y lealtad, ingredientes esenciales para el éxito de una Marca, porque más sabe el Branding por viejo que por Diablo.

Imagen: Gratisography

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